La mayoría de los héroes que conocemos son seres extraordinarios con poderes mágicos y una capa ondeando en sus hombros. Pero también existen héroes de carne y hueso, tan humanos como tú y como yo, que algunas veces se equivocan y otras aciertan a lo grande.
Ana Frank fue una de ellos. Sus poderes fueron creer que el mundo podía convertirse en un lugar mejor, una buena dosis de esperanza, y una gran pasión por escribir su diario. Ana fue una víctima del holocausto nazi durante la Segunda Guerra Mundial, pero gracias a sus poderes, se ha convertido en un testimonio fundamental de la historia que nunca más se podrá olvidar. Tal es la proeza de Ana Frank, y esta es su historia.