Escrito en y entre viajes, como dice Bárbara Belloc (Buenos Aires, 1968) al comienzo del libro, Andinista se mueve (viaja) por el terreno de la lírica como lo haría una liebre que está siendo observada: con ojo avizor y oído atento. Así, la autora conjura el riesgo del lirismo adormecido en que el yo poético se atiene, sin más, a las vicisitudes o urgencias de la biografía personal: El día que la lírica recupere su flor será coronada la reina de Marte, escribe sin ironía en un poema en el que la retórica de informe le sirve para comprender y extender lo que se llama materia poética. Sandro Barrella