Proyecto Filoctetes, la intervención urbana creada por el artista interdisciplinar Emilio García Wehbi que tomó por asalto las calles de la ciudad de Buenos Aires, Viena, Berlín y Cracovia fue una respuesta estética al experimento neoliberal devastador que se puso en marcha durante el menemismo y que culminó con la gran crisis política, económica, social e institucional que dio lugar al estallido del 2001. Proyecto Filoctetes interpeló y conmocionó al tejido social desde una perspectiva artística, y visibilizó aquello que parecía haber sido naturalizado y asimilado por los transeúntes de la ciudad: los cuerpos de los caídos que el sistema había dejado esparcidos por el paisaje urbano.
Maricel Alvarez fue parte del proyecto y asumió la labor de recolectar, conservar, organizar y poner en valor las huellas, los registros y los documentos del proyecto. Sus estrategias se orientan a dar cuerpo y vida a un archivo que crece en el tiempo. Maricel nos hace preguntas sobre el cuerpo físico y sensible del archivo y sus gestos: ¿Los archivos gritan, tienen dolencias, huelen? Archivo Filoctetes es un archivo vivo, un repositorio de dinámicas que enlazan miradas, reflexiones y gestos. De algún modo es una respuesta a la fugacidad de las artes vivas y a la expulsión creciente del arte en el espacio público. Este archivo viene a recordarnos modos posibles de tomar la calle, y la importancia de ocuparse de los testimonios de la producción artística en contextos de permanente borramiento.
Este es un libro, pero también un archivo, un artefacto que propone un recorrido abierto para la imaginación artística y política. Horacio González nos dice la potencia política del arte radica entonces, no en un mensaje, sino en reorganizar el campo de lo sensible, modificar lo visible, las formas de percibirlo y expresarlo».