En México todavía muchas mujeres son vulnerables a padecer los daños físicos y psicológicos derivados del denominado maltrato conyugal, situación que se refleja de manera directa en su autoestima. En este libro se describe tal situación a partir de su estudio y se presentan los resultados obtenidos tanto en una muestra representativa de parejas mexicanas (con al menos un hijo en común y que vivan juntas, residentes en Tijuana, B.C., con o sin maltrato conyugal), así como una profundización de estos hallazgos sobre una extensión de la muestra a través de un estudio de casos y un estudio exploratorio. Tras la aplicación de distintos instrumentos de medición creados para tal efecto (cuestionario de entrevista inicial y pruebas sobre violencia conyugal) y de dos tests psicológicos (uno diseñado en este país y uno procedente de Estados Unidos pero validado en México), este estudio, pionero en explorar empíricamente la relación que existe entre la autoestima (general y por áreas) y la violencia conyugal -vista además a través de ambos miembros de la pareja-, destaca entre otros hallazgos la relación entre la violencia hacia la mujer y su escolaridad, su autoestima como pareja y su autoestima en general. Como variables de estudio fueron consideradas la violencia conyugal (medida a través de la Prueba de Lamoglia) y la autoestima (medida de forma general a través del Test de Coopersmith, y explorada en sus distintas áreas gracias a la Prueba de Vite) para los diferentes aspectos de la autoestima en la pareja, tanto para el hombre como para la mujer. Asimismo se incluyeron algunas variables socioeconómicas como la edad, la realización o no de un trabajo de tipo asalariado por parte de la mujer, el número de hijos, el nivel escolar, el nivel de ingreso del individuo con relación a su cónyuge, el estrato socioeconómico y, como indicador, el porcentaje de violencia y de sus tipos.