La persecución de la brujería que tuvo lugar principalmente entre los siglos XV y XVIII no se restringió sólo a Europa, también alcanzó los territorios coloniales de América del Norte, donde sus habitantes se enfrentaron al flagelo de enemigos que hacían peligrar a la comunidad. Así, entre junio y septiembre de 1692, varios colonos, principalmente mujeres, pero también algunos varones, perdieron la vida en Salem, Massachusetts, acusados de practicar brujería. Esa colonia fue fundada, en 1630, por un grupo de puritanos que abandonaron Inglaterra con el fin de poner en práctica el proyecto de una comunidad ideal en donde no habría lugar para el pecado y se seguirían al pie de la letra los preceptos divinos. Sin embargo, a escasas décadas de su fundación, Massachusetts fue escenario de una persecución extraordinariamente violenta en contra de sospechosos de practicar brujería. Ésta es la historia de cómo la serpiente del miedo y la superstición corrompió el edén supuestamente creado por unos cuantos elegidos por la Providencia en el Nuevo Mundo.
La persecución de la brujería en Salem fue el resultado de una combinación de factores, que promovieron un clima de desconfianza donde los aldeanos, asediados por fuerzas ajenas a su control, trataron de erradicar el origen de los males e identificaron al enemigo en el rostro de sus propios vecinos. El objetivo de este texto es abordar las circunstancias que propiciaron los procesos de Salem y examinar el derrotero particular que llevó a la muerte de varios de sus habitantes, víctimas del terror que, durante algunos meses, asoló a la comunidad.