Si la Internacional pudiera organizarse en Estado, nos convertiríamos, nosotros, sus partidarios convencidos y apasionados, en sus enemigos más encarnizados. [
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La Asociación Internacional de los Trabajadores no tendría sentido si no tendiera invenciblemente a la abolición del Estado. Ella organiza las masas populares únicamente con vista a esa destrucción. ¿Y cómo las organiza? No de arriba abajo, imponiendo a la diversidad social producida por la diversidad del trabajo en las masas o imponiendo a la vida natural de las masas en la sociedad una unidad o un orden ficticios, como lo hacen los Estados; sino de abajo hacia arriba, al contrario, tomando como punto de partida la existencia social de las masas, sus aspiraciones reales, y provocándolas, ayudándolas a agruparse, a armonizarse y a equilibrarse de acuerdo a esta diversidad natural de ocupaciones y de situaciones diferentes. Tal es el propio objetivo de la organización de las secciones de oficio.
Mijail Bakunin