Las mujeres siempre han sido sanadoras. Ellas
fueron las primeras médicas y anatomistas de
la historia occidental. Sabían procurar abortos
y actuaban como enfermeras y consejeras. Las
mujeres fueron las primeras farmacólogas con sus
cultivos de hierbas medicinales, los secretos de
cuyo uso se transmitían de unas a otras. Y fueron
también parteras que iban de casa en casa y de
pueblo en pueblo. [...]
La gente del pueblo las llamaba mujeres sabias.
La medicina forma parte de nuestra herencia de
mujeres, pertenece a nuestra historia, es nuestro
legado ancestral.