¿Cuál fue la repercusión del proceso de Zugarramurdi en las Indias Occidentales? ¿Qué modelo de aquelarre se proyectó sobre tierras americanas en el contexto colonial? ¿Cruzan las seguidoras de Satán el Atlántico, sobre sus escobas engrasadas con los ungüentos del agua verdosa y hedionda que vomitan los sapos? ¿Organizan sus encuentros en las landas americanas, chupando niños por el sieso y la natura, practicando misas negras, y banquetes caníbales? No es este un libro que pretenda replantear el estado de la cuestión sobre la brujería moderna, ni sus conflictos históricos, políticos o económicos, ni tampoco sobre la institución inquisitorial, sino reflexionar a través de la entidad del aquelarre en sus proyecciones americanas y sus consecuencias sobre la incidencia que tuvieron cronistas, clérigos, jueces y fiscales sobre la consideración de los rituales de los grupos amerindios y afrodescendientes de la época. Finalmente podremos aventurarnos en las formas etnográficas que adquieren algunas expresiones contemporáneas de las brujerías indígenas a través de las manifestaciones conceptuales del maleficio, muy alejadas del pacto demoníaco o los tópicos europeos al uso.