Isidore acaba de aterrizar en la adolescencia. Sus hermanos Berenice, Aurore y Leonard van camino de doctorarse con veinticuatro años; Jeremie toca en una orquesta sinfónica, y Simone ansía ser novelista. Isidore nunca ha escrito una tesis doctoral, pero se da cuenta de cosas que el resto parecen ignorar; así que, cuando la tragedia irrumpe en las vidas de la familia Mazal, Isidore es el único en percatarse de cómo sus familiares lidian con el dolor, y, probablemente, sea el único que pueda ayudarles si antes no se escapa de casa. Isidore nos abre la puerta a la vida de unos personajes conocidos pero sorprendentes. Su espléndida empatía, combinada con su profunda rabia, hacen de él un personaje en el que lo elegíaco se mezcla con lo cómico para derivar en una conclusión desgarradora.