Luhmann trata la confianza como uno de los mecanismos privilegiados para la construcción de lo social. Lo sorprendente en él (y ésta es la consistencia de su teoría) es que la confianza no es sólo un mecanismo psicológico que se asienta en los estados de conciencia de los individuos, sino que toda comunicación social está transida de una carga muy fuerte de confianza, independientemente de los humores particulares de los individuos. Lo social está cimentado en una expectativa de fe. No se trata de objetividad ni de subjetividad, sino de un mecanismo abierto al aprendizaje.