"Esta es la crónica de un México devastado. En su geografía hay personas que se cubren el rostro con máscaras de nailon, pasamontañas, paliacates, "capuchas," mascadas, camisetas. Los embozos exponen sin proponérselo esa devastación y son empleados -de forma ocasional o permanente-con distintos fines: confrontarse con el Estado, defender una comunidad o un territorio, proteger la propia vida u ocultarse para delinquir, reprimir, matar. Esta narración reivindica la dimensión humana del periodismo que acude al lugar de los hechos a reportear sobre el terreno y recoger directamente las voces. Es una crónica escrita al revés: su puerto de partida es nuestro presente y transita hacia nuestro pasado. Es una muestra de lo que ya no debe perpetuarse. Al hacer este viaje mirando al ayer, podemos imaginar el destino al que nos dirigimos si en México no erradicamos genuinamente la violencia organizada ni concretamos los cambios estructurales que apremian."--Back cover.