En estos poemas, Nadia Lo´pez Garci´a explora las posibilidades del cuerpo. Se empen~a en encontrar el adjetivo preciso que nos revele co´mo habitarlo, co´mo convertirlo en una casa donde el dolor pueda dar paso a la celebracio´n. Recorre las heridas de los cuerpos, las propias y las heredadas, para trazar una historia de combates, donde, ma´s alla´ de la violencia, descubrimos la fuerza forjada por nosotras, las de ahora y las que nos precedieron. La poeta nos sugiere reconocer el cuerpo como un mapa, un conjunto de co´digos que al descifrarse indican un tesoro, una tierra, un destino. Tambie´n nos propone pensar el cuerpo como territorio
a defender. Este es un poemario-ofrenda que acude a la potencia renovadora del fuego para curarnos del miedo a nosotras mismas, a nuestra propia carne.