Poulain de la Barre, discípulo de Descartes, destina su obra "De la Educación de las Damas", al igual que sus demás tratados, a la difusión de la filosofía cartesiana; se inscribe dentro de la polémica sobre las mujeres que se extiende en el ámbito mundano y cortesano de la segunda mitad del siglo XVII, y centra el debate sobre la igualdad de los sexos en la instrucción femenina, cuestión que será crucial en los siglos venideros. Poulain de la Barre es un filósofo de la modernidad, un preilustrado. El feminismo le es, sin duda, deudor por haber sido el primero en dotar a este de un fundamento racional incuestionable, suministrando el gran argumento ilustrado: en nombre de la razón se derivan iguales derechos para los dos sexos, y el primero de ellos es el derecho a ejercitarla para poder desarrollarse plenamente como ser humano. El derecho a la educación no consiste en otra cosa.