En su primera novela publicada en España, Gustavo Pecoraro nos ofrece una historia a medio camino entre lo autobiográfico y lo colectivo, tejiendo un relato tierno y emotivo a través de dos voces: las experiencias sexuales del autor en baños y lugares de cruising, y la relación con la Nelly, su madre. «Son demasiadas cosas las que uno comparte con el protagonista-narrador. Para los que fuimos jóvenes en los ochenta, el olor del amor será siempre el de la lejía y el pis; el de la pérdida de los amigos con la pandemia del VIH, ese también, porque, aunque se pensaba que solo afectaba a la gentuza y por tanto no fuese tan urgente, cada vez los casos eran más cercanos, el círculo se iba estrechando y de repente le tocaba a un amigo íntimo, a un amante o a ti». Del prólogo de José Luis Serrano.