Detrás del costumbrismo que refleja Diamante en bruto, la más reciente novela de Alejandra Trigueros, descubrimos un elogio a la vida que no soslaya a la muerte. En los detalles está la profundidad. La ironía se convierte en ternura y emerge la creencia en el espíritu y en la magia. La muerte del padre, la enfermedad, la reacción de los distintos miembros de la familia. El señor Campos intenta escribir sus memorias con torpeza y dificultad. Las cartas del Tarot de Marsella con colores vivos: verde, azul, amarillo y rojo se intercalan en la historia de Gerardo y de Celeste, padre e hija, ella la menor de tres hermanos, logran encontrarse al cabo de los años. Descubrimos, así, un México que ya no existe y que es muy gozoso recordar a través de las familias Campos y Saravia. Diamante en Bruto rompe con la solemnidad y se atreve a transmitir emociones, con un estilo moderno y ágil.