El derecho garantiza la libertad de expresión a todo tipo de manifestación cultural. Con respecto al arte, además de la libertad, el derecho protege la propiedad intelectual, la autoría o derecho de autor (de autor y los conexos). Sin embargo, hay que recordar que ningún derecho es absoluto, y en el caso de la libre manifestación de ideas, el derecho sanciona la mentira (como plagio) y el insulto (como difamación), pero hasta ahora se ha abstenido de interferir en la materia o contenidos artísticos. Lo que tal vez deba modificarse frente al arte extremo o shock art que hace un uso indiscriminado de seres vivos, cuerpos y cadáveres. Y es que el arte puede representar un problema tanto para el derecho como para la ética, porque su esencia es llegar a los límites de lo permitido para devenir vanguardia cultural.