La anónima protagonista de esta novela ha sido expulsada de la vida del ser amado. Viviendo una relación feliz y estable con un hombre, descubrió el verdadero y más completo amor en una mujer. Sin pensarlo dos veces, tomó el riesgo y se lanzó hacia un romance que duraría más de una década. Pero la felicidad no le dejó ver que llegaría el día de la ruptura y que ésta no traería únicamente soledad, sino un profundo miedo. Miedo porque la persona amada ahora puede transformarse en su peor enemiga. Un miedo presente que le recuerda miedos más antiguos: exilios, desapariciones, violencias. Miedos suyos y miedos que son de otros. Sola, encerrada con sus pensamientos, rememora escenas del pasado. La alegría de entonces no la reconforta: la hiere con sutileza. Los recuerdos duelen, las fotos son ahora pedazos de memoria. Pedazos que deberá recoger y guardar en algún rincón para poder seguir adelante.