Al publicar este documento histórico, el comandante Fidel Castro termina el prólogo del libro con estas palabras: La forma en que llegó a nuestras manos este Diario no puede ser ahora divulgada; baste decir que fue sin mediar remuneración económica alguna. Contiene todas las notas que escribió desde el 7 de noviembre de 1966, día en que el Che llego a Ñacahuasú, hasta el 7 de octubre de 1967, vísperas del combate de la quebrada del Yuro. Aunque el documento por sí mismo no ofrecía la menor duda acerca de su autenticidad, todas las copias fotostáticas fueron sometidas a un riguroso examen a fin de comprobar no solo dicha autenticidad sino incluso cualquier posible alteración, por pequeña que fuese. Los datos fueron además cotejados con el Diario de uno de los guerrilleros sobrevivientes, coincidiendo ambos documentos en todos los aspectos. El testimonio pormenorizado de los demás guerrilleros sobrevivientes que fueron testigos de cada uno de los acontecimientos contribuyo asimismo a la comprobación. Se llegó a la más absoluta certeza de que todas las fotografías eran copia fiel del Diario del Che. Constituyo una fatigosa tarea desentrañar la letra pequeña y difícil de la escritura, lo que se realizó con la participación laboriosa de su compañera Aleida March de Guevara. ¡Hasta la victoria siempre! Fidel Castro.