El hombre de negro es quizá el mejor ejemplo de este ingenioso ejercicio de crítica radicalen plena época de censura y represión. Pocos trabajos en la historia de lacaricatura mexicana destacan tanto la experimentación neográfica, en equilibriocon la contundencia poética y política, como El hombre de negro através de todos sus episodios. Para constatarlo basta hojear cualquier capítulode este sombrío personaje, que enfrenta penurias y abusos de autoridadasumiendo todas las virtudes y desdichas de ser tan solo un personaje dehistorieta.