Como integrante del movimiento feminista que resurge públicamente en
México en 1970, mi trayectoria abarca más de 40 años, un periodo
relativamente corto en términos históricos, pero suficientemente largo
para una vida. Al concentrarme en el Grupo de Información en
Reproducción Elegida (GIRE) y en la Ciudad de México dejaré fuera
muchas cuestiones relativas a la diversidad de organizaciones y
personas que colaboraron en la despenalización. Si bien he decidido
hablar en primera persona, quiero subrayar que en esta lucha participó
muchísima gente, no sólo mujeres sino también un buen número de
hombres que han sido nuestros grandes aliados. Mi versión de la historia
pretende ilustrar las enormes dificultades y los sustanciales triunfos
habidos en el desarrollo de un trabajo concertado; pero es sólo una de
tantas interpretaciones y narraciones que deberían salir a la luz. Con
seguridad estas páginas impulsarán a otras personas a exponer sus
piezas del rompecabezas; así obtendremos en el futuro una visión más
completa de las acciones y logros del feminismo mexicano
.