"Quiero hablar del cuerpo, de la medida del cuerpo. Ese cuerpo cambiante, desde los primeros años, ese cuerpo que está constantemente transformándose, ese cuerpo que no controlo del todo. Lo opuesto a la estabilidad, lugar de mareas. Mi cuerpo dice, significa lo que no sé poner en palabras, un mensaje sin duda espeluznante, deformante. () Mi cuerpo como un lugar, no, es falso, mi cuerpo como una persona, como una alteridad de la que ignoro el principio, mi cuerpo como un misterio". En la pileta diseñada por Le Corbusier, considerando al Modulor, es decir, con las medidas ideales del hombre, un cuerpo femenino se inscribe en el agua, se define con y en oposición a los otros y sus miradas. Un cuerpo que se hace voz para proferir sus secretos.