Tras los paradigmas del arte-como-texto de los años setenta y el arte-como-simulacro de los ochenta, Hal Foster sostiene que somos testigos de un «retorno de lo real», un retorno del arte y la teoría que buscan asentarse en los cuerpos reales y en los sitios sociales. A lo largo de sus páginas se presenta una lectura original del arte y de la teoría de las últimas décadas, con especial atención a las polémicas conexiones entre ambos, al tiempo que reflexiona sobre la relación entre las vanguardias históricas y las neovanguardias. El resultado es una genealogía acreditada del arte y la teoría desde el minimalismo y el pop hasta el presente. Como señala Miguel Ángel Cajigal en el prólogo que ha preparado para esta edición conmemorativa, este libro clave de la historiografía artística contemporánea se afirma como una lectura comprometida del arte, sus tensiones y conflictos, que se consolida como testimonio fundamental en la historia del arte de aquel tiempo en el que quisimos ser modernos.