En este libro se examina la protectoría de indios en la gobernación de Yucatán a lo largo de los tres siglos de dominio hispano. Se ofrece en el texto una amplia visión de los complejos mecanismos de administración de justicia, de sus instancias y del papel que jugaron los defensores de indios y los jueces, pero también se presenta un acercamiento desde el ámbito legal al funcionamiento de la sociedad colonial. Se parte de una premisa: la existencia en el Yucatán colonial de un pacto entre españoles e indígenas que permitió se redujesen al mínimo posible las fuertes tensiones derivadas de una situación de sometimiento y explotación. Fue precisamente la defensoría, expresada en el Juzgado de Indios, la institución fundamental que contribuyó a aminorar estas tensiones por encargarse de la defensa formal de la población indígena.