Cuando la autora escribió este cuento tenía 11 años: Me presenté a un concurso de cuentos y gané el 2° puesto ¡El premio: Una bicicleta! Ahí descubrí la magia de una idea que se convirtió en un objeto con ruedas para hacer travesuras... Y entendí que el arte es transformador y que la imaginación nos lleva a lugares nunca pensados.