Combinando la intimidad del testimonio autobiográfico, la seducción de la ficción y la energía expositiva del ensayo de ideas, Ana Lydia Vega aborda en estos "delirios generacionales" algunas de las experiencias que han marcado el itinerario individual y colectivo de "los hijos rebeldes del ELA", hoy convertidos en sufridos "padres cuarentones". Con cierta nostalgia y bastante ironía, la autora recorre el tiempo y el espacio puertorriqueño desde la pax muñocista de los cincuenta y la revolución político-sexual de los sesenta hasta la explosiva cotidianidad urbana de los ochenta y noventa. Esta personalísima panorámica social desemboca en la exploración humorística de los mitos y ritos de una tradición literaria obsesionada por la salvación nacional.
... inteligente y sistemático, igual al del plano estilístico. No en balde ha asegurado Ana Lydia Vega en uno de sus ensayos, "Nosotros los historicidas": (...) un rasgo esencial parece distinguir el furor historizante de nuestros escritores actuales del de sus predecesores literarios: y ese rasgo es quizáel de la ironía. Una aguda conciencia del ridículo, que viene del desinflamiento de las pretensiones mesiánicas. la desconfianza de los discursos enlatados y la aceptación de la relatividad.