Esta herida es un mundo es un incendio decolonial a partir del que el alabado escritor Billy-Ray Belcourt crea un mundo nuevo, el mundo indígena brillante, radiante, jodido, en el que quiero vivir yo. Su poética abre un espacio en la nada, para habitarlo sin complejos, y para regalárnoslo luego, sin reservas, con amor. Belcourt es genio supremo y Esta herida es un mundo redefine la poética como rechazo de la obliteración colonial, como celebración radical de la vida indígena y como rebelión, hermosa, íntima, nuestra. Esta es una obra maestra extraordinaria. Leanne Betasamosake Simpson "Esta herida es un mundo", así, no es sino un tributo a la potencialidad de la tristeza, a enseñar que un cuerpo descorporizado o una poética de la demora o una coreografía de cuerpos destrozados son capaces de cambiar la retórica de protesta. Una ética de la resistencia indígena necesita prestar atención a las personas con depresión y a las kookums que lloran y a los mundos que se les caen de la cara. "Esta herida es un mundo" insiste en que la soledad es endémica en la vida afectiva del colonialismo de asentamientos, pero que es también una suerte de bien común afectivo que demuestra que hay algo en este mundo que no está del todo bien, que la soledad, de hecho, evidencia un nuevo mundo en el horizonte.