Quizás no lo sepas, pero para mí es un regalo impensado que me estés leyendo, que mis palabras se hayan hecho libro y lleguen a tus manos. Te estoy compartiendo un pedacito de mi vida y, seguramente, vos también te subiste al árbol y te raspaste como yo; tal vez, al igual que a mí, en algún momento te dolió tanto la vida que pensaste que no podías más; probablemente te conmovió una canción, un amor, una flor, o las palabras de alguien en el momento preciso.
Dice Juan Solá que "la oscuridad no es más que un instante de luz dormida". Estamos todos en la misma, dando pasos guiados por el corazón, aprendiendo, buscando, soñando, creyendo, viviendo como mejor nos sale, amando con todas las fuerzas, poniendo toda la esperanza.
Estrellada no es más que eso, mi corazón puesto en palabras simples, las únicas que conozco, las que hablan de veredas rotas, de barriletes, de insomnios y de abrazos. Ojalá te encuentres en algún rincón de estas páginas y me guiñes un ojo en la esquina como diciendo: "Wolola, esa también la viví, y ¡qué bien que la viví!".
Cinwololo