Si hay fiesta en el baldío, lo mejor es que no falte nadie. Ni el perro con sus pulgas, ni el gato, ni la rata. El escarabajo, las termitas y el pulgón también están invitados. Y los chicos, ¡claro! ¡Qué buena idea! Pero hasta las buenas ideas corren peligro ?si el verde deja de ser verde? y empieza a oler a veneno pegajoso? Una historia de amistad y de esfuerzo compartido para recuperar el verdor y la esperanza, la alegría de estar juntos en la fiesta de la vida, donde cada quien ocupa su lugar.