ÁLVAREZ-OSSORIO, IGNACIO / JOSÉ ABU-TARBUSH
El pueblo palestino se enfrenta a una de las mayores encrucijadas de su historia contemporánea. Después de que su territorio sufriera una radical transformación geopolítica y demográfica en el siglo XX, con la limpieza étnica de tres cuartas partes de su población entre 1947 y 1948, hoy encara nuevamente la amenaza de un masivo desplazamiento forzado; además de ser objeto de una campaña militar en la que se han perpetrado crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como un posible genocidio según la Corte Internacional de Justicia. El comportamiento israelí es más propio de un Estado paria que, de manera paradójica, goza de una absoluta impunidad en el sistema internacional, debido principalmente al apoyo incondicional prestado por las principales potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Además de las amenazas de desestabilización del conjunto de Oriente Medio, todo parece indicar que se ha establecido un punto de inflexión que definitivamente entierra la solución de los dos Estados defendida por la mayoría de la comunidad internacional como vía para resolver este prolongado conflicto colonial. El Gobierno de Netanyahu y sus aliados de coalición pretenden aprovechar esta nueva coyuntura generada por el ataque del 7 de octubre para imponer su proyecto expansionista y extender la soberanía israelí sobre el conjunto del territorio que se extiende entre el río Jordán y el mar Mediterráneo.