Muñoz retrata con particular estilo la creación impositiva de la Constitución de 1980, que denomina "la Constitución política de als élites", profundizando en sus principales y periódicas actualizaciones en símil y contrate a la Constitución democrática de 1925. En su relato expone diversas tesis que resultan consistentes respecto a la incidencia histórica de sectores específicos de la sociedad para mantener intacto el origen de la Carta Magna, logrando que las modificaciones forzadas por la presión política y social culminen fortaleciendo aun más sus principios, es decir, "que la Constitución cambie para que todo siga igual". Resulta de este análisis las claves para entender las alternativas y metodologías de cómo enfrentar un nuevo proceso de reforma constitucional que conduzca al desarrollo de un arreglo social -que para ser efectivo- precisa del empoderamiento del sector subalterno (pueblos originarios, mujer, clase trabajadora, entre otros) frente a la hegemonía, en la búsqueda, al menos del logro de una paridad de participación en la redacción constitucional. el autor aborda las verdades que todo ciudadano o ciudadana debe conocer para entender y participar como tal en el proceso constituyente, e invita a pensar y proeyctar una agenda de creación y modificación de instituciones, "un horizonte instituyente", que establezca un derecho a la participación plena de la sociedad en su conjunto.