Frente a una Europa agotada y amenazada por los totalitarismos, María Zambrano viaja a América para encontrar un refugio. Aunque para obtenerlo debe pagar un alto precio, la escasez y la soledad serán sus compañeras infatigables, no ceja en su lucha. Finalmente recala en Puerto Rico y desde allí, desde ese observatorio insular, contempla nostálgica la devastación de su continente de origen y vuelve los ojos a América, a la esperanza de un mundo mejor.