A Juana Ramírez de Arellano y Zúñiga, más conocida como Juana de Zúñiga, marquesa del Valle, se le puede considerar la primera mujer de la alta nobleza que se trasladó de la Península Ibérica a la Nueva España con la intención de arraigar allí. Junto a la lengua, la cultura y la religión, los españoles trasladaron a América la jerarquía social imperante en Castilla y su matrimonio con Hernán Cortés permitió al conquistador cumplir su sueño de emparentar con la nobleza y fundar un linaje propio bajo el marquesado del Valle de Oaxaca. En 1540, cuando Cortés volvió a España por segunda vez, Juana permaneció en América a cargo de la administración de su casa. Nunca volverían a verse, ya que Cortés murió en Castilleja de la Cuesta en 1547 debido a una infección gastrointestinal, posiblemente disentería. Tras la muerte de su marido, Juana también regresó a España, donde falleció en 1583.