Los regímenes progresistas se encuentran en una profunda crisis. Quien no se contenta con denunciar las previsibles maquinaciones del imperialismo, debe buscar las razones internas del fracaso del proclamado socialismo del siglo XXI. ¿Por qué tales regímenes, que deben su aparición y sus éxitos iniciales en gran medida a la movilización de las masas, no han podido mantener el apoyo activo de una mayoría de la población? La respuesta se busca aquí recurriendo al historial de la izquierda latinoamericana. El objetivo es mostrar cómo el concepto organizativo de Lenin ha llegado a América Latina, comenzando con las intervenciones de la Internacional Comunista. Se examina si este legado también ha influido en los protagonistas del progresismo y de qué manera. La reflexión en la parte principal se basa en el papel central de Hugo Chávez y su relación ambivalente con la herencia histórica de la izquierda.