Si una escritora mexicana puede presumir de ecléctica, esa es Cristina Rascón. Experta en borrar fronteras de todo tipo, nos entrega ahora una colección de relatos donde fusiona asuntos que, parecería, pertenecen a campos opuestos, aunque cualquier matemático certificaría que los números son la materia prima de toda obra de arte. Lo extraordinario del caso es que Rascón se aplica a ello con total consciencia de este principio, economista ella misma. El resultado, que otros asumirían como experimento, es una serie de apasionantes relatos donde el amor adquiere todo tipo de facetas y formas que, por momentos, parecieran encontrar su moldura exacta , si bien es cuando no encaja en la fórmula que nos arrojan sus más extraños rendimientos.