Paula Jiménez España ha escrito un libro lleno de encanto y gracia, un libro desacatado e hilarante, pero también un libro sabio. Tradiciones como la del Zen vienen diciéndolo desde hace
años: el humor, el absurdo, el sinsentido, el juego, están mucho más cerca de la sabiduría que la
solemnidad y el drama. Jiménez España lo entiende, y en este texto desacraliza a la propia tribu
al feminismo, a las sexualidades disidentes, al lenguaje mismo- y desacralizándola alcanza un
grado de cercanía que vuelve humano todo lo que toca, es decir, lo vuelve imperfecto, fallado:
entrañable. Crítica y mordaz es su mirada hacia el lesbianismo, hacia la militancia, hacia los
micromundos en que las mujeres que hemos desobedecido ciertos mandatos solemos encontrarnos. No estamos muertas, no. Nos estamos riendo.