A inicios de la década de los noventa, el Banco Mundial anunciaba un giro en el campo de su política habitacional. El nuevo modelo implicaba la renuncia de los gobiernos a su papel de proveedores de vivienda de costo accesible, para convertirse en facilitadores de la iniciativa privada. Era el fin de una época en que, especialmente en América Latina, el Estado llevaba adelante una política pública en que la vivienda era considerada un bien social, un medio para construir una sociedad más justa. Se inauguraba, entonces, la época de la mercantilización de la vivienda, marcada por el choque dramático entre los derechos y el afán de lucro. Como ha escrito el prestigioso geógrafo británico David Harvey: «Una denuncia desoladora de la incapacidad de nuestros sistemas político y económico actuales de ofrecer vivienda adecuada en condiciones de vida digna para la mayoría de los ciudadanos del planeta. Como relatora especial para el Derecho a la Vivienda Adecuada de la ONU, Raquel Rolnik ha adquirido un caudal increíble de experiencia global relativa a cuestiones de vivienda, ahora materializado en este libro. Es una obra magnífica, que articula y entreteje de manera admirable el debate teórico y una serie asombrosa de testimonios recogidos de primera mano alrededor del mundo».