En un mundo repleto de manuales, la tanatología corre el riesgo de convertirse en un instructivo de la muerte, y hacer de sí un conjunto de técnicas generalizadas, que en lugar de rostros por escuchar encuentran diagnósticos por curar; lejos de tal pretensión, escribir este libro ha sido mi intento de mostrar que existen otras tanatologías. Tratando de no recurrir a imperativos categóricos que dicten la manera correcta de vivir un duelo, propongo una-otra forma de relación de acompañamiento a la que he nombrado Tanatología Existencial