La juventud es un viaje, pero, ¿a dónde?: destino desencontrado. Y la costa patagónica, un paisaje temporal en esta novela tierna, triste, precisa, fotográfica, que mira con nostalgia pero que no deja de ser ella misma muy joven por todos lados.
"La juventud" es un viaje afectivo, erótico, riesgoso, incesante. Un modo de duelar y de anunciar despedida. Un atrevimiento a la monstruosidad de lo inesperado, sobre lo ininteligible de la vida. O en palabras del autor, sobre la urgencia, la persecución insaciable, de algo que no se sabe bien que es.