Trabajar en una zapatería, hacerse monja, atender un kiosco de noche. Recién escapada de una clínica de salud mental, la protagonista de esta novela no termina de encontrar su lugar en el mundo.
La kiosquera de Luis María Campos, segundo libro de Marcela Chaoul, es un relato divertido y melancólico, donde la parodia y el desamparo se combinan en forma constante. Chaoul mueve con destreza los hilos de esta historia narrada en dos planos. En primer plano, los intentos de la protagonista, por momentos desconcertantes, para lidiar con la realidad. En segundo plano, las anotaciones en libretas, que viene haciendo desde su infancia, y que apenas echan un poco de luz en su búsqueda.
La kiosquera vive atrapada por el recuerdo un amor de juventud y una hija que no conoció. Entre viajes, terapeutas y arañas que aparecen y desaparecen, Chaoul narra con un lenguaje sencillo, sin pausas, los días de una mujer a la deriva.