Cuentos de una inteligencia superior. Sobrevivirán porque permiten que el lector se acomode trémulo en los espacios vacíos, los complete y los haga propios.
Luis Mey
¿Quién no sufrió un daño alguna vez o lo causó a otro? El daño puede ser involuntario o premeditado, letal o minúsculo, pero es imposible ignorarlo.
Luz Vítolo, con mirada aguda y no exenta de crudeza, explora temas tan delicados como la sexualidad en la preadolescencia, el suicidio, la enfermedad, las secuelas de un accidente, y transmite con precisión la angustia y la soledad recién estrenada de quien termina una relación de muchos años; el tedio de quien descubre que no soporta a la persona que tiene al lado y la adrenalina de quien busca sentirse vivo exponiendo su cuerpo a un juego peligroso.
Estos relatos, como un golpe seco que nos corta la respiración, o como un espejo que nos grita la verdad de forma descarnada, nos obligan a reconocernos como seres vulnerables frente al inevitable dolor de estar vivos.