La protección de las minorías y las personas vulnerables frente a la violencia y la discriminación ha sido una preocupación constante desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el colectivo de lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) no ha recibido la misma atención. A pesar de ello, en las últimas décadas hemos asistido a un lento -pero imparable- avance de la protección a estas personas, y hoy puede afirmarse con rotundidad que los derechos de las personas LGBTI son verdaderos Derechos Humanos. En el presente trabajo se exponen los principales hitos de este proceso, en particular en lo que respecta a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y a la inclusión de este colectivo en el sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas.