Los cinco trabajos que componen este libro son otras tantas aproximaciones a unos temas presentes en la cultura popular de los últimos siglos: el papel perturbador de la lectura entre las mujeres (según el punto de vista patriarcal), la creación del patriotismo en las lecturas juveniles, las tergiversaciones de la historia, el valor de los arquetipos populares en el pensamiento marxiano y la fantasía oriental en las ciencias sociales y el arte burgueses. Todos estos temas tienen un denominador común, el de inscribirse en el marco de algunos de los objetivos de la reflexión romántica; no en un sentido meramente cronológico, sino en el de una determinada forma de establecer la mediación entre la realidad y el hecho artístico que se centra en el valor del signo como instrumento emocional de dicha mediación. La cual solo puede tener por referentes, siguiendo a Hobsbawm, las relaciones sociales de producción y concretamente las capitalistas, que fueron el vivero material en el que floreció el (último) romanticismo. En este sentido, aunque solo en él, esta obra es «ejemplar», en cuanto que se ofrece como ejemplo es decir, ilustración de la aplicación del método dialéctico a los temas seleccionados, en la convicción de que dicho método sigue siendo válido para abordar el sentido profundo de la historia. Esto lo hace utilizando, de forma alegórica, la relación que se establece entre el bajo continuo y la «superestructura» melódica, en el sentido más amplio, en la Misa en si menor de Johann Sebastian Bach, el mejor modelo por su riqueza compositiva y su complejidad formal en este empeño.