Lorea, Claudio y Pedro forman lo que a primera vista podría parecer un triángulo amoroso común y corriente, sin embargo, en esta novela, la irrupción de un cuadro da forma a la vida y relaciones de los personajes. A la manera de una moderna Dorian Gray, la personalidad y la vida de Lorea se transforman cuando Claudio, un afamado pintor, le hace un retrato. Su existencia es directamente impactada por el arte. Narrado a tres voces, La mujer del retrato nos habla de las múltiples facetas de la feminidad, el matrimonio, el adulterio y el amor.