¿Dónde están las mujeres interesantes? Si tuviéramos que creerle al retrato contemporáneo de la feminidad, el clímax del logro femenino contemporáneo sería la posesión de carteras costosas, un vibrador, un empleo, un departamento y un hombre... probablemente en ese orden. ¿Pero cómo llegamos a esto? ¿Los deseos del movimiento de liberación femenina del siglo XX se cumplieron en el paraíso comprador de obscenas autocomplacientes colitas de conejita de Playboy y cavados de bikini? Que las cumbres de la supuesta emancipación femenina coincidan tan perfectamente con el consumismo es un índice miserable de una época políticamente desolada.
La mujer unidimensional es, en parte, un ataque contra la aparente abdicación de cualquier pensamiento político sistemático por parte de las feministas positivas y optimistas de hoy. Sugiere maneras alternativas para pensar las transformaciones en el trabajo, la sexualidad y la cultura que, aunque aparentemente disparatadas en el actual clima ideológico, pueden aportar material de peso para el feminismo del futuro.