Los cinco ensayos reunidos en este libro exhiben a un Henry David Thoreau que describe la naturaleza con mucha fascinación. La Luna, el papel que juegan las semillas en el funcionamiento del mundo biológico, los fenómenos vinculados con los mares y las mareas, la historia de los manzanos, son solo algunos de los temas que aparecen, concatenados, a lo largo del libro. Como ejemplo, la reflexión de Thoreau, obnubilado por la luz de la Luna, sobre lo que él denomina el reino de la noche.
Los hombres hablan de manera muy superficial acerca de la luz de Luna, como si conocieran bien sus cualidades y las menospreciaran, como si los búhos hablaran de la luz del Sol (¡qué saben de esa luz!), pero por lo general esta palabra remite a algo que simplemente no comprenden: ante ella, permanecen en cama y dormidos, por más que valdría la pena que estuvieran levantados y bien despiertos para verla.