Alrededor del Sistema Educativo Nacional desfilan organismos e instituciones cuya presencia es tan sólo la amigable interfaz de intereses y relaciones. Este es un intento por categorizarlas; identificarlas no por el discurso, sino por su injerencia en la selección de contenidos, en el diseño de programas de estudio y en la prestación de servicios.
Para muestra, un botón: la organización UNETE, cuyo presidente honorario ha sido Claudio X González Guajardo (uno de los impulsores de la orden neoliberal en México), se cuenta entre las encargadas de capacitar a más de un millón de docentes en el uso de Facebook como herramienta de aprendizaje. ¿Cómo entender que la asociación presidida durante años por un férreo opositor al lopezobradorismo sea la encargada de una tarea fundamental en el presente de México?
Además de clasificar a los actores, el autor examina su participación en el proceso que condujo hacia una reforma educativa inspirada en el mundo del mercado, con aprendizajes limitados a ofrecer un perfil a las empresas (aunque se presente como una cruzada por la calidad educativa). Organizaciones financieras internacionales y de la sociedad civil, asociaciones de padres de familia, sectores académicos liberales, think thanks y partidos políticos quedan expuestos en su interés por garantizar la continuidad de un proyecto que pone a debate una pregunta: ¿qué significa educación y quienes deciden qué se aprende?