Raquel Robles arroja al aire tres momentos en la vida de una mujer en su odisea por perderse y luego reencontrarse a través de un libro y las memorias que éste guarda. El primero en la desesperación de una pérdida, un fracaso y la decisión de huir. El segundo en la cotidianeidad monótona y los pequeños tintes de color en los días. El último, en una historia de amor perdida y la posibilidad de volver a encontrar un sentido en el pasar del tiempo. La obra es una mirada omnipresente hacia la cualidad de ser mujer, de sentir empatía infinita hacia decisiones que no se pueden controlar, y, además, de ser lectora.