La importancia que han tenido en diversas sociedades mesoamericanas desde tiempos prehispánicos a la fecha, nos permite ubicarlos como posibles ejes de análisis portadores de saberes y conocimientos. En la zona del Totonacapan su relevancia data de varios siglos atrás, fue un importante elemento de tributo en la época prehispánica, y en pleno siglo XXI su distinción está vigente, los textiles lo visten las mujeres y los Santos. Si bien el uipil es un elemento con reminiscencias de la época prehispánica, hoy es una manifestación de los indígenas contemporáneos, es una expresión cultural en la que pervive el pasado y convive con el presente. Es un marcador cultural a través del cual se replantean identidades colectivas. Dada la profundidad del tema, el estudio de los textiles contempla varias aristas. En esta obra destacamos básicamente tres puntos: la técnica, la iconografía y los usos sociales. En el primer caso refiere a la sucesión de pasos y actividades, y al conjunto de saberes en el tejido. En el segundo punto se relaciona con la descripción de los elementos representados en el tejido. Los diseños, colores, formas, símbolos, imágenes y todo aquello creado en el entrecruce de la trama y urdimbre; o bien, figurado en el textil. Y por último, los usos o funciones de los textiles que refieren el uso cotidiano de esos objetos, también son un marcador étnico y social.