Se trata de un estudio pionero sobre la situación de las mujeres mexicanas durante un período histórico importante. Aunque se les suele presentar como pasivas, subordinadas a los hombres y confinadas al hogar, la autora demuestra que no es así documentando los avances significativos ocurridos durante el período en lo que respecta a educación, situación legal y revaloración de responsabilidades dentro de la familia. Examina cuatro áreas: situación legal, patrones demográficos y de empleo, matrimonio y surgimiento del ímarianismoî.