Uno de los resortes esenciales de la cultura occidental es la articulación de
ética y civilización, pero la agenda moral de los países desarrollados está llena de cuestiones conflictivas. Nunca como ahora las expectativas de riqueza y bienestar se han visto amenazadas por los cambios de población y el roce de distintas culturas y tradiciones, es decir, por la humanidad que se hace vecina. No solo el ideal de igualdad y justicia y, con él, una ética universal, parecen utópicos, sino que, según algunos, ni siquiera son deseables. El propósito de este libro es abordar en profundidad esta crucial problemática desde una perspectiva interdisciplinar. Los autores proceden en su mayoría de la filosofía, pero en todos los casos parten de una dilatada experiencia en el campo de los estudios transversales. Aportan una variedad de aproximaciones sobre la posibilidad de fundamentar la ética en una era calificada de postmetafísica.